Docentes, directivos y especialistas nacionales e internacionales se reunieron para reflexionar sobre el papel del liderazgo en la mejora de los aprendizajes y en la construcción de comunidades educativas colaborativas.
El desafío de mejorar los aprendizajes de los estudiantes —y con ello, la calidad de las escuelas— ha sido objeto de investigación y teorización durante más de medio siglo. Entre los factores intraescolares más influyentes, el liderazgo educativo se consolida como uno de los más determinantes.
Con el propósito de acercar estos aportes a la práctica docente, la Universidad Blas Pascal lanzó el Primer Ciclo de Encuentros sobre Liderazgo Educativo, un espacio de formación e intercambio que reunió a destacados especialistas nacionales e internacionales en el área.
A lo largo de tres encuentros, se abordaron conceptos, metodologías y experiencias que permitieron comprender cómo el liderazgo escolar, docente e intermedio incide directamente en los procesos de enseñanza y aprendizaje, y en la construcción de comunidades educativas más sólidas y colaborativas.
El ciclo, destinado a docentes, directivos, supervisores e investigadores de todos los niveles, propuso reflexionar sobre un área de investigación con más de seis décadas de desarrollo y evidencia empírica: el liderazgo educativo como práctica que genera las condiciones organizacionales necesarias para fortalecer la labor docente individual y colectiva.
El primer encuentro, a cargo de la Dra. Corina Lusquiños, directora del Laboratorio de Liderazgo Educativo e investigadora invitada UBP, estuvo dedicado al liderazgo directivo y su influencia en el aprendizaje de los estudiantes. Se analizaron los modelos clásicos y su premisa central: el director influye indirectamente en el aprendizaje a través de la influencia directa sobre el desempeño docente.
El segundo encuentro, liderado por la Dra. Gloria Gratacós, directora y profesora del Máster en Dirección de Centros Educativos de la Universidad Villanueva (España), abordó el liderazgo docente y sus esferas de influencia. Se destacó el papel del docente como agente de cambio, con capacidad de innovación y compromiso, cuyas prácticas se extienden desde el aula hasta la comunidad educativa.
Finalmente, el tercer encuentro, a cargo de la Dra. Mireia Tintoré, profesora emérita de la Universidad Internacional de Catalunya y editora fundadora del International Journal of Educational Leadership & Management, se centró en el liderazgo intermedio del sistema educativo. Se profundizó en la importancia de que los supervisores comprendan las necesidades de las escuelas, equilibren el control con la autonomía institucional y fomenten redes de trabajo colaborativas.
En su conjunto, los encuentros pusieron en valor la idea de que liderar implica generar las condiciones óptimas para el trabajo docente y el aprendizaje de los estudiantes, promoviendo una dinámica institucional basada en la planificación, la colaboración y una mirada de mediano y largo plazo.
El Ciclo de Liderazgo Educativo reafirmó que el liderazgo en educación no se limita al rol del director, sino que se distribuye entre todos los actores del sistema, creando una red de influencias que impacta directamente en la calidad de los aprendizajes. Con este propósito, la Universidad Blas Pascal impulsa la construcción de espacios de reflexión y desarrollo profesional que contribuyan al fortalecimiento de las prácticas educativas y a la mejora continua de las escuelas.